La imagen es la percepción que tiene el elector sobre un candidato, especialmente en cuanto a su trayectoria, su experiencia en la cosa política y, particularmente, su liderazgo, credibilidad, humildad y carisma. Es decir, es un juicio de valores que el elector hace sobre un determinado candidato.
Esa imagen puede mejorarse o acabarse, dependiendo del mensaje y de la comunicación política que el candidato maneje en su campaña electoral, como medio para vender las bondades de su proyecto. La política significa poder, y ese poder se maneja a través de la comunicación, es decir, del mensaje persuasivo para convencer y del discurso que lleve envuelto el programa de gobierno de ese candidato.
Hacer política es comunicar. Por tanto, político que no hable y que no opine, está completamente muerto.
Es probable que tenga algún éxito, pero este sería una inversión muy alta, o sea, que su campaña le saldría costosa.
¿Qué se puede hacer para mejorar la imagen del candidato? En nuestro todo gira alrededor del candidato. Los partidos políticos poco aportan, dado su estado de postración por su corrupción interna.
Para construir una buena imagen del candidato conviene realizar un estudio del entorno social, económico, político y cultural del espacio geográfico donde se va a ejecutar el proyecto político y diseñar una propuesta llamativa al elector, que motive a la comunidad y que sea diferente a las demás como si fuera una vaca púrpura del escritor Seth Godin, uno de los grandes gurú del marketing político.
"Artículo de Francisco Cuello Duarte y publicado en el diario El Heraldo de Barranquilla, Colombia."
FRANCISCO CUELLO DUARTE
CONSULTOR POLÍTICO
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