La humanidad está aterrorizada con la inteligencia artificial. Quienes oyen noticias y tienen sus pies en la tierra están presos de la incertidumbre. Es el invento más peligroso de unos científicos al servicio del capitalismo ocioso y salvaje. Y bien salvaje, porque pone al mundo al borde de una hambruna que no lo extermina del todo, sino que la sitúa en un estado de esclavitud saboreando un bombón terapéutico, que lo exprime lentamente sin matarlo.
Se comprueba una vez más que el único ser perfecto es Dios, y que el hombre creado por él, a imagen y semejanza, como dice la Biblia, es todo un cuento para no desanimarnos de las dificultades y la lucha por la supervivencia.
Por eso, nos asusta lo que dice el escritor israelí Yuval Noah Harari, en su libro Homo Deus: “La humanidad se dividirá entre una superélite de humanos mejorados y una masa de personas inútiles”. Los bobos aumentarían, para bien de unos pocos vivos que se engordarán a costilla de la desgracia humana.
Para estos países latinoamericanos su castigo sería mayor por la estructura mediocre de una educación sin sentido práctico. De ahí, casos como el puente con figura de acordeón en Santander, o el de Chirajara en la vía a Villavicencio o la eficacia de la justicia administrativa donde un proceso de reparación directa dura 20 años.
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Con la inteligencia artificial desaparecen profesiones como trabajo social, periodismo y casi todas las ramas del derecho, excepto el penal, pues se fortalece con la explosión de la delincuencia, el asalto a los supermercados en busca de comida, atracos en el aire con drones y todo lo relacionado con ciberseguridad, terrorismo y delincuencia espacial. Se mantiene la salud, especialmente la salud mental y los empleos que genera la delincuencia, como cárceles, policías, vigilantes.
FIDEL CASTRO
Con el apoyo de la inteligencia artificial reviven personajes funestos para la humanidad, como Hitler y Putin. Fidel Castro vuelve a gobernar la isla de Cuba, pero desierta, pues el pueblo logró escapar de sus garras con la ayuda de extraterrestres que separaron las aguas del Caribe como lo hizo Moisés en el Mar Rojo.
Finalmente, con la ayuda de la inteligencia artificial, por primera vez en este siglo, se podrá observar al primer terrícola que murió y regresó vivo del más allá, pero vino mudo, pero alegre, del impacto emocional.
"Artículo de Francisco Cuello Duarte y publicado en los periódicos El Heraldo, El Meridiano, Diario del Huila, Causa Guajira y el semanario La Calle."
FRANCISCO CUELLO DUARTE
CONSULTOR POLÍTICO
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