La elección de un gobernante (Presidente de la República, Gobernador o Alcalde), malo o bueno, es responsabilidad de todos. La culpa no es de la vaca como nos dice el libro de Jaime Lopera, sino también del toro, de los becerros, del caballo y hasta del burro. La selección de un gobernante es lo más difícil dentro de la actividad democrática de un país, aclarando que no hay gobierno perfecto, pues en la mayoría de los casos, especialmente en América Latina el colectivo le apuesta al menos malo, bajo la sentencia lapidaria aceptada en nuestro mundo macondiano: “El roba, pero hace”.
Ahora, moviéndose con el lema populista del cambio, lo que hay, hay que cambiarlo por algo nuevo, así sea peor, pues el pueblo quiere cambio, sin darse cuenta que todo puede seguir lo mismo, como dijo Lampedusa en su novela El gatopardo: “es preciso que todo cambie para que todo siga igual”. Y así sigue el papel de bobo que cada cuatro años juega el pueblo. De ahí el valioso comentario de la Representante a la Cámara, Katherine Miranda: “manda a decir el pastor que por favor le lleven el diezmo, que necesita pagar la Toyota 4Runner que Cristo le regaló”. ¿Qué tal este mundo sin bobos y sin locos?
CONTÁCTANOS !
Asesoría en marketing político
Marketing digital y redes sociales
Organización de la empresa electoral
cuellofrancisco@gmail.com
Comunicación estratégica
Encuestas electorales
La solución entonces para elegir a un buen gobernante no es fácil. Hay que acudir a la cultura política y combinarla con la Política Pop, utilizando una comunicación estratégica con un mensaje asertivo para que el elector lo reciba como un acto confiable, pues la actividad política tiene hoy un enemigo monstruosamente peligroso, como son las redes sociales, que mal o bien manejadas, por expertos al servicio de los intereses de ciertos sectores del poder político y económico, nos llevan a un callejón sin salida, como sucedió en el Perú. Allí un candidato de izquierda con fortaleza moral triunfa frente a una candidata de derecha con poca moral. Al final bajaron al de mayor fortaleza moral.
La cultura política está carcomida por el clientelismo, la compra de votos, el abstencionismo y la poca credibilidad de sus candidatos. Se requiere con urgencia de una tarea pedagógica para disminuir estos índices de malas costumbres políticas utilizando las enseñanzas de Platón, cuando hace 2400 años fundó en Atenas una escuela denominada La Academia, para enseñar liderazgo político, mientras que Aristóteles hizo lo mismo con El Liceo, 300 años A.C, para impartir clases de constitucionalismo y ética.
PLATÓN
Aquí en Colombia, muchos candidatos ofrecen sancocho y cervezas, en las calles del pueblo el día de las velitas, como un acto moderno de cultura política. El camino es la pedagogía para disminuir estas malas costumbres populares utilizando la Política Pop, término ideado por el profesor italiano Mazzoleni, donde el candidato puede enviar un mensaje sencillo, ameno y digerible por el elector, que será más efectivo cuando el personaje tenga credibilidad y su discurso lleve emoción, lógica y un argumento racional.
"Artículo de Francisco Cuello Duarte y publicado en el diario El Heraldo de Barranquilla, Colombia."
FRANCISCO CUELLO DUARTE
CONSULTOR POLÍTICO
Te gustó este artículo?
Aquí puedes compartirlo!
Comparto su escrito por su contenido y elocuencia